El Rayo Rosa es el rayo
del Amor. Nos conecta con el Amor Divino y oferta la fuerza para impulsar todos
los procesos de la creación. Este rayo consigue con ello ser la fuerza cohesiva
en la dualidad que permite hacer experiencias entre los polos y al mismo tiempo
estar en el amor Divino o volver a él. A través del Rayo Rosa conectamos con el
amor incondicional, el sentirnos acogidos, compasión, entrega, amor propio,
comprensión y el perdón. Este rayo actúa en los humanos conectándonos con el
amor de Dios y nos permite hacemos conscientes de esta conexión. Así
reconocemos que siempre hemos estado en el amor de Dios, en el amor de nuestro
Ser.
Solo nuestros conceptos
y creencias nos han separado de este hecho. El amor nunca nos abandona, está
siempre presente, aun cuando nosotros a través de las nubes de creencias y
bloqueos nos sintamos aislados. Porque el amor del Creador no es un amor que pone
condiciones ni tiene expectativas, no es un amor que negocia diciendo: “si tú
eres lo que yo me espero y haces lo que yo quiero, entonces te amo”. Por el
contrario, el amor se regala a sí mismo, es generoso y paciente, es un amor
callado que alimenta, libre de todo concepto y limitación. En este amor nos
sentimos acogidos y rodeados de unos brazos amorosos que nos sostienen. A
través de este rayo, aprendemos a recibir ese amor que está todo el tiempo a
nuestro alrededor y nos rodea.
El Rayo Rosa es también un intermediario entre planos y entre lo que entendemos
como amor divino y el amor aquí en la tierra, gracias a ello, adquirimos
tolerancia, empatía, nos abrimos a otros, conectamos desde el corazón con
alegría, disfrutamos de la vida con otros y somos capaces de entregarnos a la
vez que de amarnos a nosotros sanamente. Nos enseña el respeto por todo lo
creado, incluyendo nuestras creaciones.
El Rayo Rosa sana
también heridas y traumas que adquirimos en las experiencias que hacemos
mientras amamos. Por eso es útil en situaciones de separación, duelo, de amor
no correspondido, o cuando sentimos que no hemos sido correspondidos. Nos ayuda
a encontrar balance y paz interior a través de reconocer esa fuerza que nos une
e interpenetra, que es el Amor Divino y Creador.
El rayo rosa es un rayo
con un campo de acción muy potente, es la verdadera fuerza que impulsa los
cambios y las transformaciones más profundas y radicales. Es la razón de
existir y de vivir, más allá de la mera supervivencia de la dualidad.
El rayo Rosa nos permite
hacer atajos, a través de su acción podemos sanar o transformarnos aún más
rápida y profundamente que a través del rayo verde o violeta.
Existen muchas
aplicaciones para el rayo Rosa que se nos revelan en el momento adecuado.
Una vez experimentada la
suave contundencia con la que obra para asistirnos en momentos de crisis o
encrucijadas, aprendemos a apreciarlo mucho más, de la misma manera que una vez
experimentada la apertura consciente del chakra cardíaco no podemos imaginarnos
vivir otra vez sin su preciada guía e irradiación.