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"Bienestar de Nuestra Salud" OLGA CISNERO

20 de mayo de 2014

Una Sonrisa







Los científicos han comprobado que la risa franca, la carcajada, aporta múltiples beneficios:
rejuvenece, elimina el estrés y las tensiones, controla la ansiedad, mejora la depresión,
disminuye el colesterol, alivia el dolor, mejora el insomnio, los problemas cardiovasculares y respiratorios, etc.

Además de aportarnos alegría y relajación también nos ayuda a transformar
nuestros pautas mentales.

Hace más de 4000 años en el Antiguo Imperio Chino, había unos templos en donde las
personas se reunían para reír con la finalidad de equilibrar la salud.

 En la India también se encuentran templos sagrados en donde se puede practicar la risa

En antiguas culturas de tipo tribal, existía la figura del "doctor payaso" o "payaso sagrado", un hechicero vestido y maquillado que ejecutaba el poder terapéutico de la risa para curar a los
guerreros enfermos.

Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa,
algo que ha sido científicamente demostrado al descubrir que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír.

Puedes empezar simplemente probando a sonreír. Al sonreír ponemos en marcha 32 músculos
de la cara, dicho movimiento favorecerá un mayor bombeo de oxígenos a los lóbulos centrales,
esto estimula la secreción de endorfinas, hormonas responsables en gran parte de la sensación
de bienestar.
Bueno, ¿qué esperas para disfrutar de este recurso tan fantástico como gratuito? 

¿Echamos unas risas?

14 de mayo de 2014

Sera Interesante ver que ocurre


El Premio reside en mis Actos, no en sus Efectos.
La Recompensa está encerrada en lo hondo de mi respuesta en esa parte central de mi ser de la que arranca toda acción, gracias a que los resultados son impredecibles ningún esfuerzo de mi parte está condenado al fracaso. Incluso un fracaso no tomará la forma que imagino de antemano. 
Ante el futuro puedo decir  " Sera interesante ver qué ocurre”

11 de mayo de 2014

Se fuerte

Foto

Mitomanía - Personas Mentirosas Compulsivos


 

A veces nos encontramos en la vida con persons que nos dicen algo que luego resulta no ser cierto, eso puede que no deje de ser una anécdota; pero cuando las mentiras son constantes, puede que estemos ante un mitómano, es decir, una persona que miente casi compulsivamente, también conocido como mentiroso patológico. 
¿Qué es la mitomanía?
La mitomanía, también denominada pseudología fantástica, hace referencia a un trastorno psicológico, por el cual la persona afectada, denominada mitómano o mentiroso patológico, tiene una conducta repetitiva del acto de mentir, lo que le proporciona una serie de beneficios inmediatos, como admiración o atención.
A diferencia de otras adicciones como en la Cleptomanía , en donde se produce un robo compulsivo sin buscar el enriquecimiento personal; en la Mitomanía puede existir o no intención de engañar o estafar, aunque el verdadero fin es deformar la realidad para contar una historia personal más llamativa.
 Al principio esas narraciones logran su efecto, cautivando a quien le escucha, obteniendo atención, respeto y hasta admiración, que es lo que en definitiva mantiene esta conducta, además del miedo a ser descubierto.
A pesar de que el mitómano hace todo lo posible por no ser desenmascarado, cuando esto sucede y se comprueba la naturaleza falsa de sus historias, el mitómano obtiene el efecto contrario al deseado, es decir, sus conocidos y amistades tienden a rechazarlo y a aislarle al sentirse engañados.
 Los familiares que ya conocen su tendencia a mentir dejan de tenerle en cuenta a la hora de tomar decisiones y no le prestan demasiada atención sobre aquello que relata.

El círculo vicioso de la mentira

Las mentiras por falsificación u omisión pueden surgir de forma espontánea como un manera de evitar un castigo o para excusar una falta de puntualidad o de cumplimiento de alguna tarea encomendada o toma de responsabilidad 
Los beneficios inmediatos que provocan estas mentiras pueden ser el detonante de un refuerzo para repetir dichas conductas; al observarse que cuanto más se repite menos tareas debe cumplir. 
Existe una línea muy fina, entre un comportamiento buscando el beneficio inmediato y la conducta adictiva, ya que la segunda se adquiere por la repetición, pero sobre todo por la sensación de impunidad que deja a quien miente.
El adicto, aunque quiera, no puede dejar de mentir, pues se ha convertido en una parte de su forma de comportarse y relacionarse con los demás, llegándose a sentir indefenso si no adorna la verdad con mentiras que la hagan más interesante.
Como cualquier adiccion , todos estamos expuestos a que pueda surgir la ocasión, la diferencia dependerá de la formación de valores de la persona de saber que aquello que hace no es correcto y sobre todo de ponerle freno para que no vaya a más.
La situación que puede originar un comportamiento mitómano suele estar relacionada con el estres, cuando la persona se encuentre en un momento comprometido y piense en recurrir a la mentira como una salida fácil a dicha tensión; precisamente esa liberación que va a sentir cuando salva la situación con la mentira va a ser el motivo para que se vuelva a repetir en otras ocasiones.
Aunque los familiares y amigos son los que más expuestos están a estas mentiras, también son los que antes se dan cuenta de las mismas, precisamente por la convivencia con el mitómano, ya que conocen de su vida y sobre todo ven la inconsistencia de sus mentiras a lo largo del tiempo.
Es por ello que las mayores “víctimas” son aquellas que se encuentra esporádicamente, sin que vuelva a ver una relación con ella.......
Cuando el beneficio buscado es únicamente el de provocar admiración en el otro, no tiene mayores consecuencias, pero si sobre esa base se fundamenta una relación, cuando la persona se dé cuenta de las mentiras va a tender a abandonar al mitómano, pues se habrá roto la confianza que se supone debe regir en toda relación.....
Si una vez detectadas por los familiares y amigos las mentiras no son cortadas a tiempo, pueden reforzar al mitómano a seguir con esa actuación, al no encontrar freno a su conducta adictiva.
 La forma de proceder pues sería enfrentar al mitómano a la verdad, y exponerle las consecuencias de ello, especialmente sobre sus relaciones personales.

Síntomas y manifestaciones de la mitomanía

En la mitomanía o adicción a mentir existen unos síntomas o características comunes con otro tipo de adicciones como son:
  • Altos niveles de ansiedad cuando se encuentra en situaciones propicias para el acto.
  • Pensamientos recurrentes de intrusión que incitan al afectado a mentir.
  • Impotencia a resistirse al impulso de falsear la realidad.
  • Liberación de la presión con satisfacción al no ser descubierto en sus mentiras.
Entre las manifestaciones de la mitomanía que le son propias y la diferencian de otras adicciones están:
  • Tendencia a desdibujar la realidad con grandilocuencias.
  • Búsqueda de la aceptación y admiración de sus interlocutores.
  • Baja Autoestima junto con pocas habilidades sociales.
  • Miedo constante a ser descubierto.
  • Incremento progresivo de la magnitud de las mentiras con el tiempo.
Además, la mitomanía puede estar presente en otros problemas mentales, como el trastorno limite de la personalidad, trastorno bipolar o el trastorno de esquizofrenia; incluso es habitual que se presente junto a otras adiciones como la del consumo de sustancias ilegales o la ludopatia (impulso al juego). 
Perfil del mitómano
Aunque todavía existe escasa investigación al respecto parece ser que la mitomanía es más frecuente en hombres, encontrándose su origen en determinadas características de la personalidad que irá conformando el hábito de mentir, entre ellas, el mitómano suele ser narcisista, tener baja autoestima, deficiencias en habilidades sociales, y desconfianza en las personas y sus relaciones entre otros. Algunos autores hablan incluso de que podrían existir cierta predisposición genética, aspecto todavía en controversia.


En Asuntos del Amor....

Foto: En asuntos de amor.....los locos son los que tienen más experiencia......
#Benavente

4 de mayo de 2014

Indicadores, Signos o Síntomas del Abuso Emocional





Cuando nos relacionamos con las demás personas, es importante que aprendamos a prestar atención a la actitud que éstas tienen, más allá de sus palabras.

Cuando aprendemos a leer entre líneas, notamos que existen ciertas señales de alerta, o signos o síntomas que nos permiten reconocer a un abusador o una potencial relación de abuso emocional.

Algunos síntomas son más evidentes, pero otros son mucho más sutiles.

Empecemos por analizar un ejemplo obvio: Una persona que es desmedidamente ambiciosa, inescrupulosa, egoísta, desconsiderada con los demás, y que tiende a descalificar a otras, a menudo proyectará esta actitud en todos los aspectos de su vida (laboral, afectivo, social, etc.)  Su capacidad de abusar emocionalmente la transmiten a través de mensajes verbales o no verbales sutiles o evidentes.

También es importante tener en cuenta cómo nos sentimos nosotros frente a determinadas personas. ¿Nos sentimos a gusto o nos sentimos incómodos?

O, ¿sentimos que debemos tener mucho cuidado con lo que hacemos y decimos a fin de no enfadar a esta persona?

¿Podemos ser nosotros mismos, o tenemos que ser alguien diferente para complacer a la otra persona?
Algunos síntomas de abuso emocional o una relación potencialmente abusiva pueden ser los siguientes:

§         Sentimos que no podemos hablar abiertamente con la otra persona acerca de las cosas que nos molestan.
§         Tememos cuál pueda ser su reacción si queremos hacer valer nuestros derechos.
§         Sentimos que necesitamos el permiso o la aprobación de la otra persona para tomar decisiones o hacer lo que queremos hacer.
§         La otra persona critica, humilla, se burla, o juzga permanentemente a los demás.
§         La otra persona nos ridiculiza cuando expresamos lo que sentimos o necesitamos.
§         La otra persona nos aísla de los demás, invade nuestra privacidad, tiende a ejercer un control desmedido sobre nosotros o es posesiva.
§         Nos sentimos “atrapados” en una relación.
§         No nos sentimos valorados, aceptados, ni respetados.
§         Nos sentimos obligados a hacer cosas que los demás nos exigen.
§         Sentimos temor a no encontrar algo mejor.
§         La otra persona nos hace sentir en deuda.
§         Pensamos que la otra persona no podrá vivir sin nosotros o que nosotros no podremos vivir sin ella.

Estas son algunas señales de dependencia emocional que nos indican que se está viviendo en una situación o relación de abuso emocional.

Otro signo importante a observar en las personas es el conocido "condicional hipotético" o "ía"

Cuando una persona habla siempre en tiempo condicional: Si tuviera… Yo haría…  Si vos no... Yo podría...  estamos en presencia de una persona que usa juegos psicológicos para distraernos de lo que en realidad está haciendo: nos está manipulando

Y la manipulación es una característica propia del abuso emocional.

Por eso dijimos anteriormente que es importante ser realistas. ¿Se cumplen las “promesas” o los “deseos en voz alta" que expresa la otra persona constantemente?  ¿O se trata simplemente de una maniobra para engañarnos?

De igual modo ocurre con el “Sí, pero”…  “Sí, pero” equivale a NO.  Por ejemplo: Sí, podemos hacer esto que te gustaría hacer, pero…”  Vale decir, NO haremos lo que te gustaría hacer, haremos lo que yo quiera.

A continuación citamos algunas frases típicas compiladas de distintos medios.
Si discutes con él (o ella), él (o ella) dice que eres testarudo.
Si estás callado (o callada), él (o ella) discute contigo de todas maneras.
Si lo (la) llamas, él (o ella) dice que eres pesada/o y molesta/o.
Si él (o ella) te llama, te dice que tendrías que estar agradecida/o.
Si no le demuestras que lo (la) amas, tratará de ganar tu corazón.
Si le dices que lo (la) amas, se aprovechará de ti.
Si te vistes bien, dirá que quieres llamar la atención.
Si no te vistes bien, te dirá que te ves horrible.
Si no duermes con él (o ella), dirá que no lo (la) amas.
Si le cuentas tus problemas, él (o ella) te dirá que lo (la) estás molestando.
Si no lo haces, te dirá que no confías en él (o ella).
Si tratas de hablar sobre un problema entre ambos, te dirá que eres densa.
Si él (o ella) quiere hablar sobre un problema, gritará y discutirá.
Si rompes una promesa, "no se puede confiar en ti".
Pero si él (o ella) la rompe, es porque "tuvo que hacerlo".
Si lo (la) engañas, te castigará encerrándote, aislándote o golpeándote.
Si él (o ella) te engaña, esperará que le des otra oportunidad.

En resumen, esto refleja el egoísmo y egocentrismo del abusador, que se deben, en última instancia, a su propia inseguridad.

Una persona que es segura de sí misma y tiene un nivel de autoestima saludable, no necesita degradar ni humillar, ni controlar a otras. Buscará relacionarse con otras personas que también estén "emocionalmente bien" y que no necesiten ser humilladas ni controladas.

A veces, cuando el abusador toma conocimiento de este tipo de información clave sobre aquello que constituye el abuso emocional, puede llegar a comprender que está relacionándose de un modo inadecuado con las demás personas, y puede llegar a elegir cambiar, pero ésa es una decisión personal.

Así, las víctimas de abuso también pueden tomar la decisión de continuar formando parte de una relación abusiva, buscar solucionar el problema conjuntamente, o dejar de formar parte de ese tipo de relación.

No olvidemos que si el abuso emocional es una “enfermedad” (por decirlo de alguna manera), tanto el abusador como la víctima son persona “emocionalmente enfermas" (es decir, no son personas emocionalmente sanas) que necesitan ayuda para comprender cómo pueden hallar formas más saludables de relacionarse entre sí y con los demás.

Recordemos entonces que si bien a veces es necesario romper con una relación no saludable, esta ruptura de por sí, no “cura” a la víctima o al abusador.  Sólo cuando comprendemos nuestros propios patrones de comportamiento y tomamos conciencia de nuestra manera de relacionarnos con los demás, o resolvemos nuestros propios problemas de fondo, es cuando tendremos la posibilidad de no continuar estableciendo relaciones de abuso emocional con personas diferentes.

“Cambiamos desde adentro”



2 de mayo de 2014

La Valentía















"La valentía es un Valor Universal que nos enseña a defender aquello que vale la pena, a dominar nuestros miedos y a sobreponernos en la adversidad."


 Sin la valentía, en los momentos difíciles nuestras vidas podrían irse a la deriva, sin embargo la fortaleza interior conducida por una conciencia recta, pueden llevarnos más lejos de lo que podríamos imaginar. 

Ser valiente no es sencillo. En ocasiones, la valentía significa afrontar las consecuencias de nuestros actos, los productos de nuestros errores.


La vida misma no es sencilla y puede ser, en ocasiones, sorprendentemente dura: La muerte de un ser querido, una enfermedad, la ruina de un negocio son ejemplos de momentos tremendamente difíciles.


 La valentía es la diferencia entre hundirse o seguir nadando.

Por otra parte, la valentía también tiene que ver directamente con defender lo que sabemos que es correcto. 


La conciencia con frecuencia nos indica que se está cometiendo una injusticia, o que se está violentando algún derecho.

 En esos momentos, es necesaria una posición concreta para actuar como es debido y para defender lo que está bien. 


La valentía nos hace personas ordinarias que pueden obtener resultados extraordinarios. 



Una persona que defiende al débil, que admite sus errores, que afronta las consecuencias de sus actos, que no calla cuando sabe que algo está mal, puede estar asumiendo riesgos, pero también está creando una diferencia real en su vida y en el mundo que le rodea.

Los seres humanos solemos dejarnos llevar por la comodidad y, desgraciadamente, por los miedos.


 Con gran frecuencia generamos nuestros propios fantasmas y temores inexistentes; nos planteamos consecuencias que aún no existen pero que vemos como algo muy real. 


La valentía es afrontar riesgos, vencer miedos.


A veces las consecuencias de algo pueden ser duras.

 En ocasiones nuestra valentía no cambia el mundo. 

 La valentía no asegura el éxito inmediato, eso es cierto.

 Sin embargo hay una gran diferencia entre ser un cobarde y ser un valiente: la posibilidad de lograr algo.

 La diferencia es Esperanza. Quien es cobarde tiene un futuro cierto: la mediocridad. Quien es valiente tiene un futuro inmediato incierto, pero siempre encontrará al final del camino la corona de la victoria. 



La valentía ha forjado patrias, empresas, comunidades, familias.


 La cobardía nunca ha hecho algo que valga la pena. 


La valentía a veces falla en lo inmediato, pero siempre a la larga genera un resultado positivo. 

La valentía es un valor que se vive día a día, en las pequeñas cosas. 


No es necesario esperar grandes afrentas, tremendos errores o increíbles batallas. 

La cobardía diaria sumerge a las personas, a las familias, a las sociedades y a las naciones en un pantano cómodo, suave, pero que acaba ahogándoles.

 La valentía en las cosas pequeñas va construyendo una obra sólida que tal vez en el momento inmediato no sea tan grande o tan bella, pero que tarde o temprano se convertirá en un magnífico edificio. 


La valentía construye personas dignas de respeto y de confianza, familias unidas, sociedades pujantes y naciones sólidas. 

 

Sinceridad..no es solo palabras!!

Sinceridad..no es solo palabras!!

El Amor..

El Amor..

Olga Cisnero

Olga Cisnero
Coach Ontológico Profesional- Avalado por FICOP

El Poder de la Respiración

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Camino..

Camino..

Que te Falta??

Que te Falta??

Crees en la Magia!!

Crees en la Magia!!

Coach Ontológico Profesional- Olga Cisnero

Coach Ontológico Profesional- Olga Cisnero

Como son tus Relaciones?

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Las Circunstancias....

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Olga Cisnero

Dalai Lama

Dalai Lama