Ahora no siento más el dolor, estoy en un estado
letárgico, los pies continúan siguiendo el camino automáticamente, y yo
entiendo que el límite del dolor es mi límite, puedo ir más allá.
Cuando paro, veo las heridas abiertas. El dolor, que estaba escondido, regresa con fuerza, creo que el viaje ha terminado ahí, y que no me sera posible caminar durante muchos días.
Mi sorpresa fue mayúscula al dia siguiente al descubrir que todo había cicatrizado, la Madre Tierra sabe cómo cuidar a sus hijos.
Cuando paro, veo las heridas abiertas. El dolor, que estaba escondido, regresa con fuerza, creo que el viaje ha terminado ahí, y que no me sera posible caminar durante muchos días.
Mi sorpresa fue mayúscula al dia siguiente al descubrir que todo había cicatrizado, la Madre Tierra sabe cómo cuidar a sus hijos.
Y las cicatrices van más allá del cuerpo físico,
muchas heridas que estaban abiertas en mi alma fueron expulsadas por el dolor
que sentí, mientras caminaba por el Sendero de la Vida, Existen ciertos
sufrimientos que solo se logran olvidar cuando podemos florar por encima de
nuestros dolores……..
Olga Cisnero
"Bienestar de Nuestra Salud"